Cirugía de cáncer de piel (MOHS)
La cirugía de Mohs es una técnica de gran eficacia en el tratamiento de tumores malignos de piel. La técnica se fundamenta en la precisión y la habilidad para rastrear el tejido tumoral hasta sus raíces asegurando la total eliminación del cáncer.
Mediante esta técnica se retira el tumor y se procesa la piel realizando múltiples muestras durante la cirugía mediante biopsias por congelación; es decir, valora los bordes automáticamente. El patólogo informa del estado de la muestra y, si es preciso, se procede a ampliar la zona. Se trata de no cerrar el defecto hasta no tener la seguridad de que se haya extirpado todo el tumor.
De todos los tratamientos posibles para el cáncer de piel, la cirugía micrográfica de Mohs se caracteriza por:
- Ofrecer mayor índice de curación (más de 99%).
- Reducir las probabilidades de reaparición del cáncer.
- Minimizar las posibilidades de cicatrices.
- Ser el método más exacto y preciso de remover el cáncer.
La combinación de la resección quirúrgica con el examen microscópico inmediato del tumor permite al dermatólogo entrenado en Mohs remover más allá del tumor visible, todo el tumor y nada más que el tumor.
Cuando no haya indicios del tumor, el proceso de eliminación se detiene, preservando el tejido sano. Esta técnica asegura dos objetivos principales: el primero y más importante garantizar la extirpación completa del tumor es decir que solamente el tejido afectado, sea eliminado disminuyendo así el número de recidivas; y en segundo lugar evitar la extirpación inútil de tejido sano en zonas como la cara, mejorando así el resultado estético final.
En las técnicas de cirugía convencional en las que se retiraba el tumor e inmediatamente después se reconstruía la zona afectada, el estudio de la muestra tumoral se llevaba a cabo haciendo análisis posteriores. Este método tradicional dejaba los bordes sin analizar en el momento de realizar la reconstrucción del tejido aumentando así las posibilidades de reaparición del tumor.
La cirugía de Mohs es la de mayor precisión para tratar carcinomas basocelulares y escamocelulares. Está indicada cuando:
- Los bordes del tumor no son bien definidos
- La lesión se encuentra en un área del cuerpo donde es muy importante preservar el tejido sano (párpados, nariz, genitales, orejas, labios, mejillas).
- Zonas de alto riesgo de invasión, como son las zonas de la cara donde los tumores son más agresivos (laterales de la cara, contorno de los ojos y pirámide nasal)
- Variantes histológicas más agresivas (patrón morfeiforme, micronodular, macronodular, patrón microinfiltrante, patrón con infiltración perineural).
- Tumores de piel que han reaparecido tras tratamientos previos.
- Tumores mayores de dos centímetros independiente del patrón histológico y en pacientes con defensas bajas.
- Asimismo, otros tumores cutáneos, como el dermatofibrosarcoma protuberans, el carcinoma de células de Merkel y algunas formas de melanoma.
Cirugía de cáncer de piel en Medellín, Dermatóloga Maria Stella Mantilla